En la 68.ª Asamblea Mundial de la Salud celebrada en mayo de 2015 se aprobó un plan de acción mundial para luchar contra la resistencia a los antimicrobianos, incluida la resistencia a los antibióticos, que es el tipo de farmacorresistencia que más urge atajar.

La resistencia a los antimicrobianos se está produciendo en todo el mundo; está minando nuestra capacidad para tratar las enfermedades infecciosas y socavando muchos otros avances en los ámbitos de la salud y la medicina. El objetivo del proyecto de plan de acción mundial es garantizar, mientras sea posible, la continuidad de la prevención y el tratamiento satisfactorios de las enfermedades infecciosas con medicamentos eficaces, seguros y de calidad garantizada, que se usen de modo responsable y sean accesibles a todas las personas que los necesiten.

A tal fin, en el Plan de acción mundial se establecen cinco objetivos estratégicos:

  • mejorar la concienciación y la comprensión con respecto a la resistencia a los antimicrobianos;
  • reforzar los conocimientos a través de la vigilancia y la investigación;
  • reducir la incidencia de las infecciones;
  • utilizar de forma óptima los agentes antimicrobianos; y
  • preparar argumentos económicos a favor de una inversión sostenible que tenga en cuenta las necesidades de todos los países, y aumentar la inversión en nuevos medicamentos, medios de diagnóstico, vacunas y otras intervenciones.

La elaboración del Plan se guio por las orientaciones de los países y las principales partes interesadas, sobre la base de varias consultas de múltiples partes interesadas celebradas en diversos foros mundiales y regionales.

Durante la elaboración del Plan de acción mundial, la Secretaría de la OMS examinó muchos planes, iniciativas y actividades existentes. En el enlace que figura más abajo se puede consultar información resumida sobre estos planes y actividades.

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