Científicos argentinos y alemanes descubrieron cómo una proteína regula el crecimiento de determinados tipos de tumores. A futuro este avance permitiría desarrollar terapias localizadas.

En 2007 el grupo coordinado por Eduardo Arzt, investigador superior del CONICET y Profesor Titular de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, identificó por primera vez al gen que codifica para la proteína RSUME y descubrieron que uno de los roles de esta molécula es modificar proteínas para darles nuevas funciones, como por ejemplo la capacidad de mediar la respuesta de la célula a factores externos como la falta de oxígeno, entre otros.

Arzt actualmente dirige el Instituto de Investigación en Biomedicina de Buenos Aires (IBioBA, CONICET- Instituto Partner de la Sociedad Max Planck) y junto con su equipo estudia hace años cómo RSUME modula la actividad de la proteína codificada en el gen VHL, asociado al síndrome de von Hippel-Lindau (VHL), una enfermedad caracterizada por la aparición de tumores altamente vascularizados en diferentes órganos como el riñón, cerebelo y glándulas suprarrenales.

Un nuevo trabajo, publicado en la prestigiosa revista Oncogene, demostró cómo RSUME interviene, a través de VHL, en la adaptación de las células tumorales y su proliferación.

“RSUME actúa en diferentes procesos”, explica Arzt, “y uno de ellos es el que regula la respuesta de la célula a la falta de oxígeno – hipoxia -, algo que ocurre frecuentemente en tumores”. A medida que estas células proliferan necesitan más nutrientes y oxígeno, que llegan a través de la sangre. Sin embargo la velocidad normal de formación de nuevos vasos no alcanza para suplir la demanda del tumor, que termina rodeado de nichos de hipoxia. Sin embargo, los pacientes con VHL presenta tumores altamente vascularizados, es decir sus células tienen activado este mecanismo de adaptación.

Entonces una de las preguntas que se hizo el equipo fue ‘¿cómo sobreviven las células tumorales en esos ambientes con bajas concentraciones de oxígeno?’. La respuesta llegó a partir del análisis de muestras de pacientes con síndrome de von Hippel-Lindau y de la mano de RSUME y VHL.

Era conocido que las moléculas que regulan la respuesta de la célula a la disminución de los niveles de oxígeno son los Factores de Transcripción Inducibles por Hipoxia (HIFs). Ellos activan la producción de proteínas cuya función es favorecer la adaptación de la célula a los ambientes con baja presión de oxígeno. Sin los HIFs, este proceso no es posible. “Se sabía que la señal para que se degrade HIF es a través del ‘etiquetado’ con una pequeña molécula llamada ubiquitina”, explica Arzt. El último paso de este proceso está regulado, en el caso de HIF, por VHL, esa misma molécula cuyo gen está mutado en los pacientes con síndrome de von Hippel Lindau.

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