El Informe sobre Control de Tabaco para la Región de las Américas 2013, resume los avances en la implementación del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT), el primer tratado internacional de salud pública que entró en vigencia en 2005 y del cual 29 de 35 países de las Américas son Parte. El convenio obliga a sus Estados Parte a aplicar una serie de políticas y medidas para reducir el consumo de tabaco y proteger a sus poblaciones de la exposición a su humo.

“Los resultados son alentadores ya que en los nueve años que lleva el Convenio en vigor, muchas vidas se han salvado”, sostuvo la asesora regional en tabaco de la OPS/OMS, Adriana Blanco, pero advirtió que todavía “una gran proporción de la población de la región, sobre todo jóvenes, siguen expuestos al humo de tabaco en lugares públicos así como a acciones promocionales dirigidas a incitar el consumo de un producto altamente adictivo”.

En la región hay 145 millones de fumadores (que representan el 12% del total mundial) y se estima que alrededor de un millón de personas pierde la vida como consecuencia del tabaco cada año. “La adicción, enfermedad y muerte asociada al tabaco es perfectamente evitable”, afirmó Blanco.

Según el informe, menos de la mitad de la población está protegida de la exposición al humo de tabaco a través de ambientes 100% libres de humo y apenas un 25% de la población está resguardada de la publicidad del tabaco. Además, en menos de la mitad de los países los paquetes de tabaco cuentan con advertencias sanitarias gráficas sobre sus efectos nocivos para la salud.

Para que los programas nacionales de control de tabaco tengan más impacto, deben incluir intervenciones que no sólo prevengan que los menores de edad comiencen a fumar, sino que alienten también a los fumadores a dejar de hacerlo. “La gran carga de mortalidad debida al tabaco en la primera mitad de este siglo sólo podrá evitarse si se logra que las personas que fuman hoy, abandonen el uso del tabaco”, afirma el reporte.

Asimismo, advierte que la industria tabacalera “sigue direccionando la comercialización y promoción de sus productos a las poblaciones de ingresos bajos, a mujeres y jóvenes, y a su vez está implementando estrategias cada vez más agresivas en contra de las políticas de control de tabaco”.

La prevalencia estandarizada del consumo de tabaco en la población adulta de las Américas es del 22% y varía mucho entre países, desde el 41% en Chile a 7% en Barbados y Saint Kitts y Nevis, señala el informe. Entre los más jóvenes (13 a 15 años) la prevalencia del uso del tabaco varía de 35,1% en Chile a 2,8% en Canadá. La brecha entre niños y niñas fumadores se está acortando en varios países de la región como Argentina, Canadá, Chile, Colombia y Uruguay.

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